El mantenimiento de un ascensor en una comunidad de propietarios es una tarea importante para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de una instalación que es básica en el día a día de un edificio.
Cuando un elevador se estropea, las consecuencias en la comunidad suelen ser importantes, sobre todo si estamos hablando de un edificio con una densidad importante y, más si cabe, si en la misma viven personas con una movilidad reducida o de edad avanzada.
Si el ascensor tiene averías de forma continuada, estamos ante un problema que quizá ha llegado sobrevenido por la falta de mantenimiento en una infraestructura vital.
Algunas labores de mantenimiento que se deben llevar a cabo en una incluyen:
- Contratar una empresa de mantenimiento de ascensores: La comunidad de propietarios debe contratar los servicios de una empresa especializada en mantenimiento de ascensores para llevar a cabo las labores básicas.
- Establecer un calendario de mantenimiento: Es importante establecer un calendario de mantenimiento para el ascensor y asegurarse de que se cumpla en todo momento. El calendario debe incluir fechas para la inspección, lubricación, limpieza, pruebas de carga y demás tareas necesarias para el correcto funcionamiento de la infraestructura.
- Realizar inspecciones visuales periódicas: Los vecinos pueden llevar a cabo inspecciones visuales periódicas para detectar cualquier problema en el ascensor y reportarlo a la empresa de mantenimiento. Esta tarea de ‘vigilancia’ por parte de los vecinos es clave a la hora de detectar problemas. Si se detecta algún problema con el ascensor, deben informar a la empresa de mantenimiento de inmediato para que puedan realizar las reparaciones necesarias.
- Cumplir con las normas de seguridad: Es importante que los vecinos cumplan con las normas de seguridad establecidas para el uso del ascensor. Esto incluye no sobrecargar el ascensor, no jugar dentro del ascensor y no usar el elevador en caso de incendio.
En resumen, el mantenimiento de un ascensor en una comunidad es una tarea importante que debe llevarse a cabo de manera regular y rigurosa para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del elevador. Es, además, en muchos casos, una tarea completamente maridada entre los propios vecinos y la empresa de mantenimiento, correspondiendo a los primeros cumplir en todo momento con las normas de seguridad y realizando una labor de ‘inspección’ claramente preventiva.
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