Según datos de la Unión Europea, el 75% del parque inmobiliario de sus países miembros es ineficiente desde el punto de vista energético, es decir, que gran parte de la energía consumida se malgasta. Por este motivo, desde 2020 insta a los países de la Unión a incorporar a su legislación nacional normas destinadas a que los nuevos edificios sean más sostenibles y a rehabilitar los antiguos. En España, se ha hecho a través del Real Decreto-ley 19/2021 y el Real Decreto 853/2021, como contamos en el post ‘Las nuevas ayudas y legislación favorecen la Rehabilitación Integral Energética de Edificios’
Sin embargo, además de respetar la legislación vigente y llevar a cabo rehabilitaciones, hay pequeños gestos que podemos hacer desde las comunidades de propietarios para hacerlas todavía más sostenibles y eficientes. Se trata, básicamente, de actuar en tres frentes: el consumo de agua, el consumo eléctrico y la gestión de residuos.
¿Cómo aprovechar mejor el agua?
Para reducir el consumo de agua de la comunidad, y más en tiempos de sequía, podemos llevar a cabo pequeños gestos, como adelantábamos en el post Cómo ahorrar agua en las comunidades de propietarios :
- Realizar un buen mantenimiento periódico de las instalaciones de nuestras comunidades para que estén en buen estado y evitar así, las fugas.
- Las comunidades con piscina deben contar con un buen sistema de depuración (cloro o sal), de limpieza (alguicidas y conservantes) y cubrirla por las noches para que el agua dure el máximo tiempo posible sin tener que cambiarla. Lo ideal es que podamos mantener el agua de un año para otro para ahorrar, así, ahorraremos miles de litros de agua.
- Optar para nuestro jardín con plantas que no requieran de mucha agua para su mantenimiento. También podemos programar el riego por goteo -nunca con la manguera- para última hora de la tarde para que no se evapore y, si es posible, optar por regar con agua reciclada.
- Ahorrar agua en la limpieza comunitaria, por ejemplo, llenando menos el cubo, no encharcar inútilmente las zonas comunes exteriores, como los patios o las aceras y, también si es posible, utilizar para hacerlo agua reciclada. Y usar, también en la medida de lo posible, productos de limpieza ecológicos.
El ahorro del consumo eléctrico
Este punto es el más difícil de controlar de manera individual, pues grandes consumidores de electricidad, como los ascensores, son indispensables para la mayoría de los vecinos. Debemos, por tanto, adaptar otras cosas, como:
* Instalar bombillas LED de bajo consumo en todas las zonas comunes, incluso dentro de los ascensores. Se trata de una inversión inicial considerable, pero se amortiza rápidamente. Lo mismo ocurre con la instalación de alguna pequeña placa solar en zonas comunes externas, como las luces del jardín, las farolas, etc.
*Utilizar detectores de presencia o temporizadores para que las luces de los descansillos se activen solo cuando hay personas.
* En las piscinas: instalar un programador en la depuradora para que sólo esté funcionando un tiempo determinado. Y si contamos con piscina es climatizada, instalar paneles para calentar el agua con energía solar.
Reciclar, reciclar y reciclar
En la actualidad, prácticamente todas las ciudades tienen distintos contenedores para una correcta gestión de recursos, pero no en todos existen todas las opciones. Por ejemplo, es muy difícil, encontrar contenedores para residuos orgánicos. Facilitemos que los vecinos reciclen instalando en nuestras comunidades aquellos menos habituales, como los de pequeños electrodomésticos, pilas, vidrio e incluso la orgánica. Para gestionar esta última, por ejemplo, podemos utilizar compostadoras que nos sirvan, a su vez, para abonar y cuidar las plantas de la comunidad y de los propietarios que lo soliciten.
Además de llevar a cabo estos pequeños gestos, podemos animaros a hacer un estudio de eficiencia energética que nos ayude a hacer cambios estructurales y a largo plazo para permitir a los vecinos ahorrar mientras convertimos a nuestra comunidad en un entorno más ecofriendly.