Este post ha sido elaborado por Qvadis Innova.
Durante los últimos años hemos visto cómo todo se transforma digitalmente: ya no leemos en papel, los teléfonos no están anclados a la pared y podemos hablar con quién sea desde donde sea, la música no se compra en tiendas a pie de calle, y las enciclopedias las hemos aparcado en una estantería. Sin embargo, hay un elemento en nuestros hogares que sigue siendo el mismo: el telefonillo. Durante todo este tiempo solamente se ha incorporado el vídeo, el cual quizás no siempre ofrece una imagen con la resolución deseada.
¿Cómo es que nadie ha reparado en este aparato? Hay un telefonillo prácticamente en todas las viviendas, y es un dispositivo con total acceso a nuestros hogares. Es una tendencia inevitable que la transformación tecnológica llegue también a este instrumento.
El nuevo concepto de telefonillo busca adaptar las nuevas tecnologías a su uso tradicional y, por tanto, al control de acceso convencional. Conexiones Wifi, la posibilidad de atender la llamada del portal desde cualquier lugar utilizando una app en un móvil, y permitir a sus usuarios abrir la puerta del portal con el móvil, sin llaves, son aspectos que ya se están aplicando.
La facilidad en cuanto a su instalación (ya que no requiere cambios en la consola de la calle), la compatibilidad con la mayoría de los porteros automáticos convencionales, así como la posibilidad de ofrecer funciones avanzadas a los usuarios, o su apoyo para personas mayores o con movilidad reducida que necesitan tener cerca los dispositivos, son ventajas de esta nueva tecnología con un gran equipo de ingeniería y soporte local.
Con las últimas tecnologías de encriptación para la seguridad en las comunicaciones, estos nuevos dispositivos respetan igualmente la privacidad de los datos de sus usuarios, permitiendo a su vez que sean productos en continua evolución, a los que se podrán ir incorporando nuevas funciones y aplicaciones como sensores de presencia, cámaras e integración con los asistentes de voz.